Siento mucho los retrasos, actualizaré el blog de vez en cuando, pero tened paciencia, please:



La vida de un sacerdote en Madrid es algo compleja, hacemos lo que podemos y que Dios ponga el resto. Si quieres contribuir pide a Dios que nos envíe más sacerdotes.

Un fuerte abrazo

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Que las parroquias comencemos a cuidar a las familias:

He tenido dos conversaciones con distintos amigos.

Con Luis empezamos a hablar sobre la necesidad de crear un grupo de familias para trabajar con toda la familia. De algún modo vemos que no nos satisface la idea de hacer grupos de matrimonios, como si con eso ya estuviera blindada la familia. Veíamos la necesidad de llevar a cabo encuentros de un día en que saliendo de casa, podamos reunirnos con más familias enteras. De modo que se puedan hacer actividades de padres y niños juntos. Por ejemplo, con la excusa de una barbacoa o una paellada, podíamos lograr algún rato de formación (no sólo un grupo de auto-ayuda) sino de formación doctrinal en general según grupos de edades (aunque en algún momento se podrían juntar todos los grupos para que participaran de la misma formación -pues la Iglesia tiene un único puchero del que comemos todos-); después organizaríamos juegos entre padres, madres, hijos e hijas; para terminar con una Misa para toda la familia.

Esto podría ser cada mes o algo parecido. Además, poco a poco, podríamos ir montando campamentos y convivencias familiares, ejercicios espirituales... A medida que todo vaya engarzárdose.

Ayer por la noche vino uno de mi grupo de carismáticos para plantear a Don Manuel invitar a gente de la parroquia a acudir al encuentro de las familias de Milán con su grupo familiar. Se me ocurrió que en vez de eso, este encuentro de Milán podría ser la primera acción que desarrollara la parroquia para todas las familias. De modo, que vayamos teniendo actividades familiares parroquiales cíclicas. Así conseguiríamos ser una parroquia para la familia.

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