Siento mucho los retrasos, actualizaré el blog de vez en cuando, pero tened paciencia, please:



La vida de un sacerdote en Madrid es algo compleja, hacemos lo que podemos y que Dios ponga el resto. Si quieres contribuir pide a Dios que nos envíe más sacerdotes.

Un fuerte abrazo

viernes, 27 de julio de 2012

Nueva tanda de entradas

Me he dado cuenta de que en muy poco tiempo el artículo que redacté sobre la maldición de la higuera ha alcanzado un éxito de entradas notable. Por eso, a partir de ahora voy a comenzar a comentar los evangelios despacito, escena por escena.

Voy a tratar de desgranarlos no sólo para hacerlos comprensibles, sino para que podamos contemplar a Jesús y que esta contemplación mueva nuestros afectos, de tal modo que no nos guiemos por el voluntarismo, sino que sea un amor real a Jesús lo que mueva nuestras vidas a cumplir su Voluntad. Espero que podáis disfrutarlos...

Empezaremos por el evangelio de San Marcos e iremos contemplando distintas traducciones e incluso la misma escena en distintas Biblias para observar las diferencias de interpretación. No va a ser un trabajo teológico, no os preocupéis. No trato de hacer avanzar la ciencia, sino que podamos disfrutar con la lectura de la Palabra del Señor.

Además, sinceramente, es lo que prefiero comentar. Cada vez me cansa más dar argumentos de razón a las cuestiones controvertidas de la fe. Prefiero acudir sin peleas, con una fe de niño, sencilla, al fundamento de la Verdad y ver cómo lo interpreta la Iglesia; la auténtica maestra; a lo largo de los siglos. Estudiar cómo podemos aplicarlo nosotros a nuestra vida cotidiana y ya veréis cómo con este esfuerzo de la fe acabaremos con todas nuestras dudas.

Antes de nada quisiera recordar un texto de San Pablo, que puede ser muy ilustrativo para conocer hasta qué punto es necesario ver lo que dice la Iglesia en estos temas: "La Iglesia del Dios vivo, columna y fundamento de la Verdad" (I Tim. 3, 15). De alguna forma podemos decir que la Verdad se sostiene no tanto en la Escritura sino en las enseñanzas de la Iglesia, que es al fin y al cabo la que reconoce como inspiradas determinados escritos y otros no. Es la Iglesia Santa la que reconoce la inspiración del Espíritu Santo en las Sagradas Escrituras. Por eso mismo, es la Iglesia la interpretación auténtica de la Palabra de Dios.

En ningún lugar de la Escritura encontramos el manido dicho de "Sola Schriptura", sin embargo sí que nos encontramos con textos que afirman la autoridad de la Iglesia para interpretar la Escritura. Para una explicación de esto, pincha aquí abajo:

Artículo sobre la libre interpretación de la Escritura. 

Un abrazo

miércoles, 18 de julio de 2012

Una muy buena lectura para el verano...

Aprovechando que algunos días de este verano vamos a poder bajar el ritmo habitual... En vez de postrarnos ante la "maldita" televisión, os ofrezco un plan alternativo.

En mi cumpleaños mi madre tuvo la ocurrencia de regalarme tres libracos impresionantes, pensando que me durarían todo el verano. Pues bien, el primer tomo, que es el que corresponde a esta foto, me lo ventilé en tres o cuatro días. Cierto es que que perdí horas de sueño... Así que os advierto: quien tenga obsesión por los libros, que no los comience hasta que esté de vacaciones, porque son tres libros que secuestran al lector. No puedes dejar de leerlos y a medida que avanzas, sólo tienes una pena, ver lo rápido que te los estás terminando. Son libros que deberían durar más tiempo.

En fin, al margen de alguna escena subidita de tono, es cierto que son pocas y además tratadas con cierta discreción (no se recrea), pues bien, son libros muy atractivos por cómo describe las estrategias militares consiguiendo no perderse en descripciones farragosas y manteniendo el interés del lector hasta el final.

Una aclaración: no sólo es una novela de estrategias militares, sino que decribe la época y el mundo de la Roma senatorial de maravilla y sabe acercarnos a los amores, odios, traiciones, sueños, ambiciones y venganzas de unos personajes marcados por la leyenda. Consigue recrear el universo de estos personajes con todas sus complicaciones, virtudes, miserias, grandezas y aspiraciones, de tal modo que los hace creíbles. No son máscaras, son personas reales que tratan de adaptarse a la vida que les ha tocado...

No os hago ninguna síntesis del contenido. Si os gusta la novela histórica, ésta es vuestra trilogía del verano.

Personas como los protagonistas de esta época de la Roma pre-Césares son los que el mundo necesita hoy.

Un abrazo y buena lectura...

domingo, 15 de julio de 2012

Sacerdocio femenino

Muchas veces, me encuentro con personas que me preguntan: ¿Por qué la Iglesia no ordena mujeres?

Y es una pregunta muy inteligente. A veces se responde mal diciendo que como Cristo es hombre no podría hacerse por la vinculación especial con la persona de Jesús. Si eso fuera cierto, tampoco podrían bautizarse que es incorporarse al mismo Cristo.

Incluso hay otras respuestas más peregrinas todavía, de orden psicológico, antropológico...

La única razón que dió Ratzinguer antes de ser Papa y Juan Pablo II definiéndolo como un tema zanjado definitivamente, fue que la Iglesia no se reconoce capaz de obrar de otro modo a como lo hizo Jesús.

Antes de continuar debemos estudiar con detenimiento un tema importante: LA ENCARNACIÓN DE NUESTRO SEÑOR Y SUS CONSECUENCIAS.

Nosotros, la Iglesia, partimos de una realidad y sobre esa realidad fundamos nuestra fe. No se trata de cuestiones subjetivas o discusiones sobre supuestos "derechos".

El tema es que Dios se hixo concreto, se hizo hombre un día, una hora y en un lugar muy determinados. Jesús existe realmente y tuvo una existencia histórica, que no hacen sino trata de dejar claro los evangelios con tantos datos históricos que nos dan sobre Jesús.

Jesús actuó de un modo muy concreto e hizo cosas muy concretas. Por ejemplo: ¿por qué la Iglesia no celebra Misa con patatas fritas y cerveza? Siendo cosas mucho más actuales que el pan y el vino... o con pastelitos, como pretendían los curas apóstatas de la parroquia de San Carlos Borromeo.

Pensemos que en Alaska no crece el trigo ni las vides y, sin embargo, si carecen de pan y vino no pueden celebrar la Eucaristía. Parece un agravio y una tremenda injusticia... ¡Pobrecitos esquimales! Pues bien, el resto de la Iglesia se las ven y se las desean para hacer llegar a nuestros hermanos en el polo norte todo lo necesario para celebrar la Eucaristía.

El hecho es que un día de comienzos de nuestra era, antes de la Pascua, Jesús celebró su Última Cena usando pan de trigo y vino de uva. Es cierto que pertenecía a una cultura mediterranea y no tenía otros elementos, pero eso fue lo que utilizó y la Iglesia no se considera autorizada para hacer las cosas de otro modo. Siempre habrá que usar pan y vino. Cuando Dios se hizo hombre, se concretó y al concretarse se autolimitó. Podía habernos salvado de otro modo, pero quiso asumir nuestro modo de existir para salvarnos. Y es un modo de existir muy concreto. De hecho, si no tienes en cuenta la cultura y la historia del pueblo en el que decidió nacer y vivir, jamás podrás comprender de verdad a Jesús y lo que supone la salvación.

Esta es la misma y única razón por la cual las mujeres no pueden ser ordenadas como sacerdotes. Algunos aducen objecciones diciendo que en esa época le habrían lapidado por ordenar una mujer. Analicemos esto despacito. En muy pocos años, el cristianismo alcanzó una proyección fuera de Israel inmensa, compartiendo la cultura romana, donde sí se daba el caso de "sacerdotisas". Por otra parte, Jesús se enfrentó muchas veces a la posibilidad de la lapidación e incluso murió en la cruz. De modo, que si lo hubiera querido habría elegido a mujeres como apóstoles... y no lo hizo. Jesús se enfrentó muchas veces a la cultura dominante, salvó a mujeres que deberían ser lapidadas, eligió como testigos de su resurrección a mujeres, cunado no se las consideraba válidas para dar testimonio público en un juicio, inclusó aceptó a mujeres en su discipulado, cosa que ningún rabí hubiera consentido jamás, fue Él quien eligió a sus discípulos, cosa que no se hacía... Corrigió públicamente la mismísima Ley de Dios, arrogándose la autoridad de Dios para interpretarla: "Se os ha dicho... pero Yo os digo..."

Realmente, si Jesús hubiera querido ordenar mujeres, lo habría hecho sin duda. Si Él no lo hizo, la Iglesia entiende que no puede corregir lo que hizo Jesús.

Esto no significa que la mujer sea inferior al hombre o que tenga menos derechos. Yo, simplemente, por ser hombre no puedo ser Hermanita de la Caridad, ni de Iesu Communio, ni tampoco puedo ser Misionera de la Caridad... ¡Qué injusticia! No es injusticia, es cuestión de vocación. Yo no estoy llamado a ser Hermanita de los Pobres Desamparados, pero eso no quiere decir que valga menos que ellas. Tampoco puedo ser sacerdote simplemente por ser hombre, incluso muchos jóvenes han sido rechazados por considerar que no tenían vocación, aunque tuvieran aptitudes. ¿Es injusticia? No, es discernimiento. La vocación no es un derecho es una llamada de Dios que reconoce la Iglesia en una persona. No es un título de honor, es un servicio.

Si el sacerdocio fuera cuestión de méritos, nadie podría ordenarse salvo la Virgen María, pero no fue eso lo que Jesús quiso para Ella.

No es discriminación es reconocer la voluntad de Dios. El único argumento válido es éste: La Iglesia no se reconoce con autoridad para hacer algo que Jesús no hiciera. Dicho de otro modo, sólo podemos hacer lo que Jesús hizo.

sábado, 14 de julio de 2012

VOCACIÓN:


Con la falta de vocaciones que hay hoy en la Iglesia, creo yo que habría que ver si realmente sabemos qué es la vocación.

1.- A veces, te encuentras con chavales que piensan que la vocación es el camino que más te apetezca recorrer, así no me extraña que ni siquiera se casen... La vocación no es "apetencia".

2.- Otras veces, te encuentras con testimonios de vocación un tanto sesgados: "El mundo me dejaba vacío y encontré al Señor que me llenó de amor..." Muy bonito, pero eso nos deja a casi todo el mundo fríos. Se necesitaría un bombardero espiritual para que la gente reconociera a Dios de esa forma y sólo vale para los que han tocado fondo de alguna manera, pero muchas personas viven "suficientemente" felices. No estamos tan tirados, insatisfechos y con cierta amargura. Por eso, esos testimonios a mí, personalmente, nunca me sirvieron. Daba gracias a Dios por las maravillas que hace en algunos y ya está.

3.- Otras veces se confunde la vocación de Dios con lo que a mí me gustaría hacer. De este modo, uno ve que puede hacer falta en la Iglesia curas, pero yo me doy cuenta que a mí me gustaría servir mejor a Dios en la familia. Es algo muy loable, pero no te estás planteando qué quiere Dios.

4.- Una justificación muy típica para no plantearse las cosas con seriedad es la falsa humildad: "Yo, con todos mis pecados, ¿cómo puedo aspirar al sacerdocio o a la vida consagrada? Eso es para los santos". En el fondo es no dejar que Dios intervenga en tu vida, no se trata de que te lo merezcas, sino de dejar que Dios sea Dios y poco a poco vayamos correspondiendo a la gracia. Mis pecados nunca han sido óbice para la llamada. Es mejor responder que sí aunque no seas santo, que no ser santo y encima haber dicho que no.

El problema de todas estas alternativas, es que en el fondo se parte de una base errónea. Yo me plantéo que Dios me quiere feliz y, por eso, lo primero que debo buscar es mi propia felicidad y ahí estaré respondiendo a la llamada de Dios a mi propia felicidad. Éste no es el camino que siguió Jesús en su vida mortal. Por desgracia, quien se adentre en ese camino descubrirá con horror, tarde o temprano, que se equivocó. Se casó con una persona que pensabe le haría feliz y un buen día descubre que esa persona no es capaz de darle la felicidad y entonces comienza a pensar que está condenado a vivir una cierta frustración.

Este engaño es muy de nuestra época post-modernista. Hace relativamente pocos años, nadie se engañaba tanto. La gente, antiguamente, no se planteaba cómo voy a ser feliz, sino que se daban cuenta de que la felicidad propia sólo se alcanza de un modo reflejo, en la medida en que haces felices a cuantos te rodean. La pregunta no es: ¿Cómo voy a ser feliz?, sino más bien: ¿Cómo voy a hacer felices a los demás?.

Si a esto le añadimos la fe, entonces la pregunta es, como en la foto de arriba: ¿Dónde, Señor, voy a poder servirte mejor?

Aquí entroncamos con la primera lectura de la misa de hoy:

Lectura del libro de Isaías 6, 1 -8
 
El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo.
Y vi serafines en pie junto a él, cada uno con seis alas: con dos alas se cubrían el rostro, con dos alas se cubrían el cuerpo, con dos alas se cernían.
Y se gritaban uno a otro, diciendo:
-« ¡Santo, santo, santo, el Señor de los ejércitos, la tierra está llena de su gloria! »
Y temblaban los umbrales de las puertas al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo.
Yo dije:
-« ¡Ay de mí, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos.»
Y voló hacia mí uno de los serafines, con un ascua en la mano, que había cogido del altar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me dijo:
-«Mira: esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado.»
Entonces escuché la voz del Señor, que decía:
-«¿A quién mandaré? ¿Quién irá por mi?»
Contesté:
-«Aquí estoy, mándame.»

Palabra de Dios.

Una vez leí que el Papa Benedicto XVI, creo que fue en su autobiografía, decía que él veía en la postguerra, que quería servir a su país y que descubrió que lo que más faltaba a sus gentes era una auténtica expereincia espiritual, vida interior, y que puesto que eso era lo que más creía que convenía, por eso se hizo cura.

La verdad, repasando un poco la propia vida, también fue eso, lo que a mí me pasó.

Yo ya me había entregado a Dios y de pronto empecé a descubrir la falta que había de sacerdotes que acompañaran a la gente. Yo, trataba de hacer apostolado con mis compañeros de derecho, pero nadie quería venir al centro del Opus Dei en el que yo residía y cuando "conseguía" que se confesaran en alguna parroquia, pinchaba en hueso porque los confesores pasaban de ellos o se  quitaban de encima al penitente por la vía rápida. Es lo que usualmente se llama: el muro sacramental. Acompañaba a mis amigos hasta el sacramento, pero en ese momento perdíamos ocasiones de oro por falta de alguien que supiera llevarles. Y me empezó a rondar una pregunta: ¿Y si esto me está pasando porque Dios me está porponiendo algo?

Trataba de rechazarlo con todas mis fuerzas, yo ya tenía un camino de entrega auténtica a Dios y, en el fondo, me horrorizaba la idea de ser sacerdote, pensad que yo era profundamente anticlerical y que me encanta el mundo que Dios ha creado y la libertad que daba ser laico. Le decía a Dios: "Si Tú ya me has llamado a otra cosa, no me compliques más la vida. Deja que te sirva aquí en paz... ¡Búscate a otro que le encante el incienso y juegue a celebrar misitas!".

Ya me constó entregarme a Dios en el celibato la primera vez. Vengo de una familia de seis hermanos y mi plan era casarme con la mejor chica del mundo, tener todos los hijos que pudiéramos, hacer muchísimo apostolado en mi ambiente y me justificaba diciendo: "Señor, ¡cuánta falta hacen las familias realmente cristianas...!" Hasta que me dí cuenta que no se trata de hacer mis planes, sino de preguntar a Dios sinceramente qué necesita Él. "¿A quién enviaré... Quién irá... Quién les dirá...?"

Y su palabra me quemaba por dentro hasta que le respondí que lo que Él quisiera... Y ahora volvía a hacerme lo mismo... ¡No! ¡Yo ya me había entregado en un camino muy concreto de servicio apostólico! De hecho, un sacerdote me dijo: ¿De verdad quieres meterte en un seminario? ¡Claro que no!

Hasta que me dí cuenta de que Dios no me quería en un seminario, sino en el sacerdocio aunque tuviera que pasar por un seminario...

No se trata de dónde quieres servir a Dios, sino de dónde quiere Dios que le sirvas. Son cosas muy distintas.

La pregunta es: ¿Qué es lo que Dios te está haciendo ver que es más necesario en su Iglesia? Pues ese será, seguramente, tu camino. Aunque nunca des la talla.

Un abrazo

viernes, 13 de julio de 2012

¡Qué maravilla las últimas primeras lecturas de la Misa de estos días!

Estos útimos tiempos hemos podido disfrutar en Misa de las profecías de Oseas. Profecías que insisten, como dice el Señor hoy, en el amor incondicional de Dios aunque no te lo merezcas.

Esto es impensable hoy por hoy. Estamos en una sociedad en la que te tienes que merecer todo, incluso ha llegado un punto en el que no sólo tienes que merecerte el amor de tu mujer o tu marido y el de tus hijos, sino que incluso muchos padres condicionan su amor por los hijos. ¡Es horrible! Ya no podemos refugiarnos en ningún lugar...

Salvo en el corazón del Padre. Cuando eras joven te amé...

Oseas inicia su ministerio profético unos años después de Amós, en el Reino del Norte, en un momento de abierta decadencia. Tras los juicios y amenazas de Amós, Oseas va más al fondo del problema. Dios ha derrochado su amor con su Pueblo y su Pueblo le ha despreciado.

La propia vida de Oseas es un ejemplo para los israelitas. Se casa con una mujer infiel, del mismo modo que Dios es fiel a su alianza hecho con un pueblo idólatra que ha abandonado sus caminos y aún así, Dios les sigue amando.

Cuánto se parece esta parte de la Escritura Santa a nuestra situación. Como los israelitas, hoy muchos cristianos viven al margen de su fe, se comportan como paganos y ni siquiera se acercan a Misa los domingos. Pretenden que un vago sentimiento de cierto "cariño" a Dios sea suficiente. Como si un vago sentimiento de cariño que no inspirase nunca una obra de amor real pudiera salvar un matrimonio.

¡Cómo maltratamos hoy a Dios! Y encima parece que se deja. Ya no amenaza, lo único que hace es tratar de seducirnos... Y no nos dejamos.

Leed, leed y contemplad las maravillas del amor de Dios. ¿No te dan ganas de corresponder?. Dios mío, ¡qué torpe soy! Perdóname, ten misericordia de mí, que quiero corresponder de alguna manera al tremendo amor que se que me tienes. Ojalá nos diéramos cuenta de lo mucho que Dios nos quiere a cada uno. Toda su Omnipotencia puesta en juego para amarme a mí personalmente, no a la humanidad, sino a cada uno.

Dios, Dios mío. Dios es mi Dios, Dios es mi Dios...

viernes, 6 de julio de 2012

Consta la no sobrenaturalidad de los fenómenos de Garabandal

En la década de los 60´s, en un pueblecito de Cantabria parecía que la Virgen y San Miguel se estaban apareciendo a unos niños...

El obispo después de estudiarlo con cuidado dictaminó que no constaba la sobrenaturalidad del fenómeno, pero la asociación que promovía todo esto, pensando que el obispo estaba equivocado pidió varias veces a Roma que lo estudiaran. Varias veces Roma se negó a abrir una investigación porque decían que habían seguido con cuidado el proceso que había llevado a cabo el obispo diocesano y no tenían más que añadir.

La asociación corrió el bulo de que Roma efectivamente había comenzado un proceso propio... No es cierto. Tras varias insistencias del propio obispo de la diócesis ante las manifiestas antipatías y recelos de los que era objeto, por fin la Santa Sede volvió a formular un documento en el que blindaba definitivamente el parecer del obispo. En Garabandal no se ha aparecido la virgen María y están prohibidas todas las procesiones y manifestaciones públicas de culto que tengan como origen esas supuestas apariciones. Cualquier fiel puede ir allí a rezar, como se puede rezar en cualquier parte del mundo, pero no si su objeto es mantener la idea de que allí se apareciera la virgen María. Podéis consultar todos los documentos al respecto en el siguiente link:

Los documentos oficiales de la Iglesia sobre las supuestas apariciones en Garabandal

Ya me gustaría que la Virgen se apareciera en todos pueblos de España, pero parece que en Garabandal no lo ha hecho.

Un abrazo

jueves, 5 de julio de 2012

¿Por qué el matrimonio no se puede romper?

A veces te encuentras con personas que creen limitada su libertad porque la Iglesia no admite la posibilidad del divorcio.

¿Por qué no puede uno divorciarse?, ¿por qué tengo que pasarme la vida sufriendo las consecuencias de un fracaso?

Antes de plantearse estas preguntas habría que ver unos antecedentes.

Hoy por hoy, tenemos una dificultad especial para cualquier compromiso y todo contrato tiene unas cláusulas de rescisión. Yo no tengo por qué comprometerme para siempre.

Realmente, la pregunta que habría que plantear es ¿merece la pena un amor condicional? e incluso: ¿es posible amar para siempre?, y ¿qué pasa si te equivocas?

De vez en cuando en la vida te encuentras parejas de personas mayores que caminan apoyándose uno en el otro y te da cierta sensación de una vida cumplida y completa. Habría que ver si esto es un tópico o es cierto. Salvo raras excepciones, la vida no está exenta de sufrimiento, contradicciones y ganas de tirar por la calle de en medio. Estas personas mayores, habrán podido discutir e incluso faltarse al respeto. Habrán pasado por mayores o menores dificultades y se habrán planteado mil veces que ellos no se habrían casado de saber que su marido haría esto o que ella, pasados los cuarenta se volverá gruñona y desgradable. Lo que sí es cierto es que si estas personas han llegado a superar todas estas dificultades es porque jamás se planearon volverse atrás. No se puede tontear con la posibilidad de tirar la toalla. No es una opción. Hay que salir adelante, pase lo que pase, éste es el único camino para perseverar.

¿Es posible amar para siempre? Sí, pero no es como en las películas románticas. Amar para siempre no es sentir siempre el cosquilleo en la boca del estómago. Si tratas de estar siempre "enamorado" posiblemente fracases estrepitosamente porque somos capaces de acostumbrarnos a lo más sublime.

Amar para siempre es decir: "Quiero pasar el resto de mi vida contigo".

Hoy por hoy, todo el mundo quiere poder volverse atrás, pero también quiere que alguien sea capaz de amarle incluso cuando te pongas difícil. En el fondo, no queremos amar, queremos ser amados. Lo que ocurre es que ese ser amado tiene un precio: que tú seas capaz de amar como quieres ser amado.

Nos cuesta un mundo pasar por alto ciertas limitaciones de las personas que nos rodean, pero también queremos que nos quieran lo bastante como para pasar por alto nuestras limitaciones que "no son tan importantes".

Hay un hecho muy clarito y sencillo: Todos nos merecemos que alguien sea capaz de amarnos aunque seamos insoportables. Esta verdad más grande que un templo se aplica no sólo a ti, sino a la persona que tienes a tu lado. Esta persona también se merece un amor incondicional.

Por este sencillo deseo del corazón que todos llevamos inserto en nuestras carnes, uno con sentido común puede descubrir con facilidad el por qué de la indisolubilidad del matrimonio. Cuando uno se casa establece una ALIANZA. Antiguamente, las Alianzas eran indestructibles. Tú establecías alianza con alguien y era tan sagrado que era necesario levantar un altar o una estela o cualquier signo perdurable (como hoy puede ser una pareja de anillos de oro) para que todo el mundo recordara que os habíais aliado para siempre.

Si uno de los dos incumplía el concordato, la otra parte tenía derecho a matar al que había incumplido. Eso es una Alianza y siempre tenían carácter sagrado. Habitualmente, sacrificaban varios animales y los cortaban por la mitad, entonces los compromisarios pasaban en medio de los animales y decían algo parecido a esto: "Que me pase lo que a estos animales si incumplo mi palabra"; después celebraban un banquete sagrado de comunión y levantaban el altar o la estela como testimonio de Alianza eterna.

Esto es el matrimonio bíblico, el matrimonio cristiano y el católico en particular. Entonces "no trae a cuenta casarse" (decía San Pedro). Ciertamente, habrá que cuidar más los noviazgos de lo que estamos haciendo, pero si quieres casarte por la Iglesia plantéate si estás dispuesto a seguir amando cuando quien tienes al lado no se lo merezca porque eso es precisamente lo que estás jurando. Es mucho lo que compromete, pero merece la pena, ¿verdad?




miércoles, 4 de julio de 2012

¿Cuáles son las claves de los mensajes de la Gospa ("Señora" en croata)?

En las apariciones la Virgen María siempre está llamando a la conversión, pero nunca bajo amenazas, sino siempre presentando el inmenso Amor de Dios por cada uno de sus hijos. De hecho es impresionante ver el gran número de conversiones que no son un flashazo de un día, sino que perseveran a lo largo de los años y decisiones de entrega de la vida al plan de Dios.

Una de las cosas en las que más insiste es en la oración del corazón, que no convirtamos la oración vocal en una repetición mecánica de palabras, sino que convirtamos la oración en un encuentro de amor con Cristo. Realmente, uno que reza con el corazón acaba confesándose, yendo a Misa y viviendo como Dios nos pide. Una vida sincera, sencilla y una vida para amar porque somos amados. ¡Es una maravilla!

Otra cosa en la que insiste siempre es la fe, creer "con fuerza". María no quiere cualquier fe, sino que realmente creamos en Dios y en su poder puesto al servicio de nuestra salvación. Dios puede mantener tu vida, Dios puede arrancar tu pecado, Dios puede darte su misma vida y tú puedes vivir con Él. Creer con fuerza y que los sacerdotes ayudemos a la fe de nuestros hermanos.

Un aspecto sin duda vital, yo creo que el preferido por la Gospa es la vida sacramental: La Santa Misa y la Confesión son, sin duda, sus preferencias. De hecho, en alguna ocasión les dijo a los videntes que si tenían que elegir entre venir a la aparición o ir a Misa, que eligieran ir a Misa. María siempre nos lleva a Cristo. Si estás con Cristo estás con Ella. María recomienda la confesión mensual. Yo en eso soy un poco más estricto: recomiendo siempre la confesión quincenal o semanal, pero María sabe que el inicio de una buena praxis está en confesarse habiitualmente, luego ya buscaremos más nosotros mismos.

El penúltimo aspecto es el que quería incidir es en el ayuno, a los videntes les fue llevando a ayunar primero los viernes y luego los miércoles. Privarnos de lo que creemos necesario, ¡nos sobran tantas cosas que creemos fundamentales! y lo peor es que nos vamos apartando de Dios por todas esas "necesidades" que nos hemos creado. Si pasáramos un poco de hambre, quizás hambreáramos más el Amor de Dios.

Un último tema es la lectura de la Palabra de Dios para responder con toda nuestra vida a su llamada de Amor por nosotros. No creo que haga falta hablar más de esto.

Por fin, siempre se despide dando las gracias por responder a su llamada y diciendo que va a rezar por nosotros a Dios.

Imagínate que eres un vidente y pudieras estar con María todos los días un ratito, ¡no te perderías nunca ese encuentro con la Gospa ("Señora" en croata)! Piensa ahora que aunque no seamos videntes tenemos cada día la oportunidad de estar con Dios y con María, ¿cómo vamos a perdernos la Misa, el Rosario y nuestra meditación de la Palabra de Dios diarias?

En fin, un abrazo muy fuerte

Acabamos de llegar de Medjugorje

Hemos pasado unos días intensos en un pueblecito de Croacia donde hacia el año 1981 sólo existían unas pocas casucas y ya tenían una parroquia descomunal. cuando le preguntaban al franciscano que decidió construir semejante templo en medio de unos campos de cultivo y poco más de dos centenares de feligreses por qué había hecho esa locura. Él, con más fe que el Alcoyano, respondía: "Con el tiempo se quedará pequeña..."

No sabemos si sabía lo que decía, lo cierto es que tiene toda la razón.

Hoy por hoy, hasta este remoto lugar a unas dos horas y media en coche de Dubrocnic, se acercan cada año más de dos millones de personas. Es un lugar que no tiene nada que verse. No es bonito, no tiene demasiadas cosas típicas y salvo unos pocos, nadie ve nada especial... Simplemente, la Virgen se apareció a seis niños y hoy por hoy tres de ellos siguen viéndola cada día. La ven y hablan con ella. O eso parece.

Algunos dicen que les da miedo ir por las "posesiones demoníacas". Estuve charlando con uno de los franciscanos que ha atendido esa parroquia durante más de cinco años y me dijo que hay mucho loco, pero pocas posesiones reales. El problema es que estos fenómenos atraen a mucha gente y donde abunda la gente, también abundan los histéricos.

Otros con los que coincidimos nos decían que veían el sol moverse y danzar o una luz muy especial detrás de la Cruz de la cima del monte Crizevac... Yo no ví nada de eso.

Yo lo que ví es un montón de gente que se confesaba, confesiones preciosas, muchas conversiones y decisiones de entrega en su vida cotidiana, muchos Rosarios rezados con más cariño y más cuidado que en casa y unos ratos de adoración al Señor expuesto en una custodia enorme... que quita el hipo. Miles de personas arrodilladas, rezando y amando al Señor, cuidándole con muchísimo cariño. Como decía un franciscano: "Si esto no es de Dios, es que el diablo se ha convertido".

Yo no niego que el sol pueda dar vueltas si María se lo pide a Dios, yo no lo ví. Pero vengo convencido de que allí estuve muy cerquita de Dios gracias a mi Madre del Cielo, la reina de la Paz y que todo lo que oí a los franciscanos y a los videntes me ayudó a rezar mucho más y mejor. Si no es María la que se lo sopla, seguramente esté de acuerdo con lo que dicen.

Hay gente que busca signos y cosas extraordinarias a mí me basta con acudir donde la gracia se hace más palpable. Simplemente os diré que ni en Lourdes he rezado tantos Rosarios como en Medjugorje. El día que tuve la suerte de estar con Iván recé siete Rosarios completos y muchos iniciados e interrumpidos por cosas a las que debíamos atender.

Allí no hay nada más que hacer que rezar, rezar y rezar y cuando ya estás harto de rezar, entonces te pones a confesar a los peregrinos y acabas rezando más todavía emocionado porque has tocado a Dios en muchos corazones. Te llenas de fe, de esperanza y de caridad y te das cuenta de que realmente tienes un Dios al que le interesas, que te quiere y te necesita de verdad, que no quiere vivir sin ti.

Simplemente es un lugar elegido por María para darnos todas las gracias que Dios nos tiene reservadas. Yo no iré buscando cosas extraordinarias, acudiré buscando la intercesión de María y para ofrecérselo todo. Estoy decidido a no pedirle nada más, sino a ofrecerle mi vida para que haga con todo lo mío lo que quiera, que ella sabe mejor que yo lo que conviene, como diría el gran San Luis María Griñón de Monfort. Pero desde ahora intentaré pasarme unos días cada año, si Dios quiere.

Otro día contaré anécdotas y cosas que vimos, descubrimos y nos llamaron la atención, pero hoy quería dejar mi testimonio general.

Siempre esperando el juicio definitivo de la Iglesia, que si dice otra cosa yo me retractaré públicamente porque donde está la Iglesia allí está la Verdad, está Dios. Sinceramente, sí creo que la Virgen viene a ver a estos videntes y habla con ellos. Además, creo que no es un fenómeno psicológico que Dios permite, sino que realmente hay una presencia de la Virgen María exterior a los videntes  y que es una auténtica caricia del Amor de Dios por nosotros que quiere salvarnos.

Un fuerte abrazo